Hoy vamos hablar de un tema recurrente en la infancia que se menciona mucho: los alimentos procesados y los ultraprocesados.
Muchas veces, el desconocimiento lleva a que muchos padres se sientan culpables cuando ofrecen ciertos alimentos a sus hijos, pero ¿qué tan real es la relación o qué tan real es la solución de erradicarlos de la dieta de nuestros hijos, tengan o no trastornos del desarrollo infantil?
En muchos tratamientos alternativos y abordajes de tratamiento del espectro autista (TEA) o en el TDAH, se los ofrece como una alternativa novedosa que mejora los síntomas de estos cuadros clínicos, pero ¿qué tan real es esto?
Esto lleva a que en la actualidad se los vende dentro del paquete de tratamiento muchas veces como una dieta única para todo niño con síntomas de trastornos del desarrollo.
Para tener una mayor comprensión sobre el tema, vamos a comenzar definiendo qué son los alimentos procesados y ultraprocesados:
Los alimentos procesados son aquellos que han sido modificados de su forma natural para prolongar su vida útil, hacerlos más fáciles de usar o mejorar su sabor. Algunos ejemplos de alimentos procesados incluyen verduras congeladas, frutas enlatadas, pan, queso, yogur y carnes envasadas, entre otos.
Los alimentos ultraprocesados, por otro lado, son productos alimenticios que se han sometido a una cantidad significativa de procesamiento industrial y suelen contener una gran cantidad de ingredientes artificiales y aditivos alimentarios. Estos alimentos suelen tener un alto contenido de calorías, grasas, azúcares y sal, y un bajo contenido de nutrientes. Algunos ejemplos de alimentos ultraprocesados incluyen refrescos, papas fritas, galletas, cereales para el desayuno, productos de comida rápida y alimentos precocinados.
Es importante tener en cuenta que no todos los alimentos procesados son necesariamente malos para la salud, pero se debe prestar atención a los ingredientes que contienen y a su contenido nutricional.
En cambio, los alimentos ultraprocesados suelen tener una calidad nutricional muy baja y un alto contenido de ingredientes artificiales y aditivos alimentarios que pueden ser perjudiciales para la salud si se consumen en exceso.
Teniendo la comprensión de qué tipos de alimentos nos estamos refiriendo, vamos a hablar de las razones por las que los niños no deberían comer alimentos de este tipo o, por lo menos, limitar su consumo, entre las cuales se incluyen:
Contienen altas cantidades de azúcar: Los alimentos procesados/ultraprocesados a menudo contienen grandes cantidades de azúcares añadidos, como el jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF). El consumo excesivo de azúcar se ha relacionado con la obesidad infantil, la diabetes y otras enfermedades crónicas. El consumo excesivo de jarabe de maíz alto en fructosa se ha relacionado con una serie de efectos negativos para la salud, como la resistencia a la insulina, el aumento del colesterol y el riesgo de enfermedades hepáticas, ya que conduce a la acumulación de grasa en el hígado. Por último, provoca cambios en el apetito, lo cual es importante en los casos de selectividad alimentaria y debe ser erradicado de la dieta.
Contienen altos contenidos de grasas saturadas: Los alimentos procesados/ultraprocesados a menudo contienen grandes cantidades de grasas saturadas que pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas y otros problemas de salud.
Pueden contener aditivos dañinos: Los alimentos procesados/ultraprocesados a menudo contienen aditivos como conservantes y colorantes que pueden ser perjudiciales para la salud de los niños. Algunos de estos aditivos se han relacionado con problemas de comportamiento y otros problemas de salud.
Pueden contener sustancias químicas tóxicas: Los alimentos procesados/ultraprocesados a menudo contienen sustancias químicas tóxicas como el bisfenol A (BPA), que se ha relacionado con problemas de desarrollo y otros problemas de salud.
Son bajos en nutrientes: Los alimentos procesados/ultraprocesados a menudo contienen pocas vitaminas y minerales importantes que son esenciales para el crecimiento y desarrollo saludable de los niños.
En lugar de consumir alimentos procesados/ultraprocesados, es importante que los niños consuman alimentos frescos y saludables, como frutas, verduras, proteínas magras y carbohidratos complejos. Al elegir alimentos saludables y nutritivos para los niños, se pueden prevenir problemas de salud a largo plazo y fomentar un estilo de vida saludable.
Ahora bien, vamos a hablar de su relación con los trastornos del desarrollo infantil, como Autismo, TDAH o Trastorno del Lenguaje, entre algunos ejemplos.
En general, no existe una prohibición absoluta de que los niños con estos trastornos consuman alimentos procesados/ultraprocesados. Pero debemos tener en cuenta que muchos de estos niños tienen problemas metabólicos y gastrointestinales, en cuyos casos estos alimentos pueden perjudicar aún más su salud.
Como muchos de estos niños no han sido correctamente estudiados y muchos padres desconocen realmente el diagnóstico de su hijo, ya que estos han sido diagnosticados a través de la observación sin estudiar la parte orgánica, ya sea metabólica, gastrointestinal, renal, reumatológica, inmunológica o neuroendocrina.
Muchos padres notan cambios al mudar la alimentación y suprimir este tipo de alimentos para darles alimentos más nutritivos. Además, hay que sumar que los alimentos procesados suelen contener aditivos, conservantes y colorantes que pueden tener un efecto negativo sobre la salud en general, no solo en las personas con autismo. Estos aditivos pueden provocar cambios en el comportamiento y la concentración, y pueden afectar el sistema nervioso central.
Además, algunas personas con autismo pueden ser particularmente sensibles a ciertos alimentos, como los que contienen gluten o caseína. Estos alimentos pueden provocar síntomas gastrointestinales, así como cambios en el comportamiento y el estado de ánimo.
Algunos profesionales de la salud recomiendan limitar o evitar los alimentos procesados y los alimentos que contienen gluten y caseína en la dieta de los niños con autismo. En su lugar, se recomienda una dieta rica en alimentos frescos y naturales, como frutas, verduras, carnes, pescados y nueces, que pueden proporcionar nutrientes importantes y evitar los aditivos y conservantes que se encuentran en los alimentos procesados.
Es importante tener en cuenta que cada niño es diferente y puede tener necesidades dietéticas específicas, por lo que es importante consultar a un profesional de la salud antes de hacer cambios significativos en la dieta de un niño con autismo.
Referencias
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Es importante destacar que la mayoría de estos estudios se enfocan en la relación entre la nutrición y el TDAH, y la mayoría de los resultados se basan en investigaciones observacionales y ensayos clínicos con un número limitado de participantes. Por lo tanto, se necesitan más investigaciones para confirmar la relación entre la dieta y el autismo, TDAH y otros trastornos del desarrollo infantil.
Hola existe algún estudio para determinar a que tipo de alimentos es intolerante un niño con autismo, dígase alimentos como: caseína,gluten, lacteos, embutidos entre otros, ya que nos dicen que hay un estudio en sangre